Educar a los menores sobre el uso correcto de Internet
no es una tarea sencilla para padres y educadores. Sin embargo, es
necesario trasmitirles asesoramiento sobre aquello que es o no
conveniente contar a través de este medio, así como inculcarles unos
valores que deben tener en cuenta en el mundo virtual, protegiendo su privacidad y la de terceros.
Es importante que aprenda a valorar los contenidos, así como a identificar los peligros
pero también es importante reflejar el apoyo que el adulto está
dispuesto a ofrecerle ante este tipo de situaciones. Uno de los
problemas más frecuentes es que el menor que es víctima de alguno de
estos casos no sabe en quién confiar para revelar lo que le sucede
o a dónde acudir. Por eso la importancia de que ellos confíen en los
padres y no lo vean como una amenaza que le prohíbe interactuar por
Internet.
Para que un menor entienda la importancia de valorar la privacidad en
Internet, por ejemplo en redes sociales, es necesario informarle sobre
la repercusión que puede tener la publicación de
determinados contenidos negativos bien propios o bien haciendo alusión a
terceros. También es importante hacerle comprender que esta clase de
prácticas no son un juego virtual y que pueden generar repercusiones en
el mundo real, dando lugar al ciberbullying (acoso a menores por sus iguales), grooming (acoso sexual a un menor por parte de un adulto), sexting (difusión de contenidos de tipo sexual producidos por menores) o incluso la extorsión.
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